Un bloque de 25 países, incluidos Reino Unido, Japón, Canadá y varias naciones europeas, emitieron este lunes una declaración conjunta en la que exigen que la guerra en Gaza “debe terminar ahora”.
El pronunciamiento refleja una creciente presión internacional sobre Israel ante el agravamiento de la crisis humanitaria en el enclave palestino.
En el texto, los ministros de relaciones exteriores condenaron el “goteo de ayuda” y calificaron como “inhumanos” los asesinatos de civiles, incluidos niños, que buscaban agua y alimentos.
Se refirieron como “horripilantes” a las muertes de más de 800 palestinos en esas circunstancias, y criticaron duramente el modelo de entrega de ayuda del gobierno israelí, al que acusaron de alimentar la inestabilidad y negar dignidad a los gazatíes.
La declaración también insta a Israel a cumplir con el derecho internacional humanitario y lamenta su negativa a permitir una asistencia suficiente. Aunque Estados Unidos y Alemania no suscribieron el documento, el ministro alemán expresó su “profunda preocupación” por la situación humanitaria.
Mientras tanto, la población de Gaza, de más de 2 millones de personas, sigue dependiendo de una ayuda limitada, en medio de desplazamientos múltiples y violencia constante.
Los países firmantes advirtieron que están listos para tomar medidas que allanen un camino político hacia la paz. La declaración se produce en un contexto de conversaciones estancadas entre Israel y Hamás, sin avances claros.
El secretario de Relaciones Exteriores británico, David Lammy, destacó que “el próximo alto al fuego debe ser el último” y recalcó que no existe una solución militar al conflicto.