La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, hizo un llamado a la unidad regional entre Venezuela, Colombia, Brasil y México, en medio del clima de tensión generado por el despliegue aeronaval de Estados Unidos en el mar Caribe.
Durante su participación en la Asamblea de los Pueblos por la Soberanía y la Paz, transmitida por el canal estatal VTV, Rodríguez advirtió que la estrategia estadounidense no afecta únicamente a su país. “Llamamos a los pueblos de nuestra América Latina y el Caribe a unirse en uno solo. Esta estrategia de seguridad nacional es contra toda nuestra región, no es contra Venezuela”, aseguró.
La funcionaria cuestionó que Washington intente reinstalar la Doctrina Monroe de 1823 que históricamente buscó consolidar la influencia de Estados Unidos en el continente y sostuvo que los libertadores venezolanos siempre imaginaron una unión política y militar entre naciones latinoamericanas.
“Yo le digo a nuestros hermanos de Colombia: estamos listos en Venezuela para la unión de nuestros pueblos… Estamos listos, presidente Petro; estamos listos, presidente Lula; y estamos listos, presidenta Claudia, para unirnos”, expresó Rodríguez, en referencia a los líderes de Colombia, Brasil y México.
Subrayó que, frente al escenario actual, América Latina enfrenta una disyuntiva: “O nos unimos o sucumbimos. Desde Venezuela no estamos dispuestos a negociar, a entregar ni a sucumbir”.
Rodríguez, también titular del despacho de Hidrocarburos, reiteró que los intereses de Estados Unidos en la región responden al control geopolítico y a la disputa por recursos naturales, una acusación que ha formulado en anteriores por intervenciones públicas.
El despliegue militar estadounidense impulsada durante la administración de Donald Trump bajo el argumento de combatir el narcotráfico ha sido interpretado por el gobierno de Nicolás Maduro como un intento de presionar un cambio de régimen y favorecer políticas alineadas con Washington, particularmente en torno a la explotación petrolera.
Venezuela sostiene que el aumento de la presencia militar en el Caribe representa una amenaza directa a su soberanía y un mensaje dirigido a toda la región, por lo que insiste en fortalecer alianzas políticas para enfrentar el panorama.