Al igual que en otros estados del país, el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Michoacán, Marco Antonio Rodríguez, reconoció que es complicado controlar y castigar la venta ilegal de piezas arqueológicas.

Tras el descubrimiento de un Chac Mool en el municipio de Pátzcuaro, el funcionario expuso que dar con los responsables de la venta ilícita de piezas es difícil, sobre todo en una entidad como Michoacán que cuenta con dos mil 400 sitios arqueológicos y se estima que puede haber hasta seis mil zonas de este tipo.

“Solo tenemos tres arqueólogos activos, entonces evidentemente no es fácil batallar con esta cuestión. Aquí lo importante es lanzar el mensaje a la sociedad de que sean coadyuvantes con el instituto para denunciar este tipo de prácticas que están tipificadas como delito”, expresó.

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Sin embargo, Marco Antonio Rodríguez lamentó que sean pocas las denuncias que se tienen, pues en lo que va de su gestión, compartió que solamente existen cuatro carpetas de investigación al respecto.

Ley Federal de Monumentos detalla que todos los bienes patrimoniales son del Estado y de toda la nación, por lo que no hay una propiedad privada en ese sentido.

En el caso de Michoacán, el director del INAH apuntó que lo que principalmente se comercializa son piezas de uso doméstico y figuras, las cuales llegan a venderse incluso fuera del país en montos que desconoce.

Por otra parte, también indicó que muchas personas que encuentran piezas las resguardan en su casa y nunca las registran ante el instituto, pese a que la intención no es decomisarles el objeto, sino sólo certificarlo.