México perdió la controversia sobre el maíz transgénico interpuesta por el gobierno de Estados Unidos, según un panel de expertos que concluyó que las restricciones impuestas por la autoridad mexicana no cuentan con bases científicas.
La resolución, emitida este viernes, respalda las siete reclamaciones legales presentadas por la Unión Americana, señalando que las medidas de México “socavan el acceso al mercado” acordado en el T-MEC.
El panel otorgó a México un plazo de 45 días, a partir del 20 de diciembre, para cumplir con las conclusiones.
La Oficina de Representación Comercial de Estados Unidos (USTR) resaltó la importancia del mercado mexicano para los exportadores estadounidenses, quienes enviaron maíz por un valor de 4.8 mil millones de dólares en el último año.
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Katherine Tai, representante comercial de Estados Unidos, expresó que la decisión reafirma las “preocupaciones de larga data” sobre la política biotecnológica de México y su impacto en las exportaciones agrícolas.
El secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, respaldó la determinación del panel, señalando que las políticas mexicanas contradicen evidencia científica sobre la seguridad del maíz transgénico.
El conflicto se originó tras un decreto presidencial en febrero de 2023 que prohíbe el uso de maíz genéticamente modificado en la producción de tortillas y alimentación animal, provocando que Estados Unidos solicitara consultas en marzo.
México argumenta que su objetivo es proteger el maíz nativo y la biodiversidad, mientras que Estados Unidos sostiene que las medidas violan sus obligaciones en el T-MEC y perjudican a sus productores.